Liofilizadora Standard M

La liofilización es un proceso de deshidratación que se utiliza para conservar alimentos perecederos y otros materiales, como medicamentos, de una manera que preserva su calidad y características originales. Aquí tienes un resumen de cómo funciona el proceso de liofilización:

1. Congelación: Los productos que se desean liofilizar se introducen en un liofilizador y se congelan a temperaturas muy bajas, generalmente alrededor de -40 °C. La congelación es un paso esencial en el proceso, ya que ayuda a preservar la estructura y calidad de los productos.

2. Creación de vacío: Una vez que los productos están congelados, el liofilizador crea un vacío alrededor de ellos. Esto se logra mediante una bomba de vacío que extrae el aire y reduce la presión en la cámara del liofilizador.

3. Sublimación del hielo: Bajo la baja presión y la temperatura fría en la cámara del liofilizador, el agua congelada en los productos pasa directamente de la fase sólida a la fase gaseosa, en un proceso conocido como sublimación. Esto significa que el agua se evapora sin pasar por el estado líquido, lo que ayuda a preservar la estructura molecular y las características originales de los productos.

4. Conservación: Una vez que se ha eliminado la mayor parte del agua del producto a través de la sublimación, el producto liofilizado debe almacenarse adecuadamente para mantener su frescura y calidad. Se suelen utilizar envases o bolsas de conservación aluminizadas que protegen el producto de la humedad y la luz. También se pueden usar absorbentes de oxígeno para prevenir la oxidación.

Los productos liofilizados resultantes son ligeros, fáciles de transportar y tienen una larga vida útil. Conservan su sabor, aroma, valor nutricional y propiedades medicinales, lo que los hace ideales para su uso en la industria alimentaria y farmacéutica.